¿Habrá alguien por ahí que jamás haya visto una imagen de este edificio tan singular? Y si lo hubiera, ¿no le resultarían tremendamente familiares algunas de las propuestas constructivas que contiene? Desde luego, la Villa Savoye de Le Corbusier (1887-1965) es uno de los grandes iconos arquitectónicos del siglo XX, un perfecto ejemplo de lo que el Movimiento Moderno y el racionalismo plantearon en este arte que tan grandes trasnformaciones experimentó a lo largo de esa centuria. Un modelo de vivienda unifamiliar que ha marcado toda una época y sigue siendo el antecedente de mucho de los que, todavía hoy, se construye.Le Corbusier, "Villa Savoye" (1928-1931). Poissy, Francia.
En definitiva, se trataba, como decía su autor, de que el edificio mostrase al exterior su voluntad arquitectónica mientras se atendía, en el interior, todas las necesidades funcionales de quienes iban a habitarlo. Partiendo de estas premisas, la vivienda presenta en su conjunto una planta cuadrada, que se organiza verticalmente en tres alturas. La planta baja se emplea como garage y para tareas del servicio, mientras que el primer piso aloja la residencia familiar, aunque dispone también de un espacio abierto al exterior. Finalmente, en el plano superior, la terraza posee un solárium y algunas superficies ajardinadas. La comunicación entre los distintos niveles se efectúa mediante una escalera de forma helicoidal y una rampa, ambas trazadas de manera magistral.
A su vez, cada planta, presenta una estructuración diferente, separando la tabiquería libremente dispuesta por el arquitecto los distintos espacios, que sin embargo quedan comunicados por la rampa que une las tres alturas. Los interiores destacan por su luminosidad, que en el piso principal queda magistralmente resuelta por el juego de los ventanales apaisados y por el empleo del color blanco en la mayor parte de los paramentos.
De esta forma una vivienda unifamilar mostraba de manera fehaciente como el arquitecto puede jugar con el espacio construido, desdoblarlo, conectarlo y, al mismo tiempo, disociarlo según los distintos usos a los que se le destina. Toda una genialidad. Una magnífica lección de arquitectura realizada sin grandes alardes, que ha servido como modelo inspirador de muchas de las mejores obras que se han realizado después. Puro racionalismo. Le Corbusier, en definitiva. Tiempos modernos.GENTILEZA // http://aprendersociales.blogspot.com


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